Concluyó la votación en el sur de San Diego para reemplazar a Nora Vargas en una elección especial por el Distrito 1
- Tara Lau
- Apr 21
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La elección, que fue particularmente competitiva, contó con siete candidatos: tres demócratas, tres republicanos y una aspirante sin afiliación partidaria.
La votación en esta elección especial, convocada tras la sorpresiva renuncia de la supervisora Nora Vargas apenas semanas después de asumir su segundo mandato en enero, concluyó con una participación clave para definir el futuro político del Distrito 1 del condado de San Diego. Con las boletas enviadas por correo y los buzones oficiales habilitados, los votantes del sur del condado tuvieron hasta el 8 de abril para emitir su decisión.
La contienda fue reñida: los siete candidatos se disputaron un puesto que podría haber alterado el equilibrio partidista en la Junta de Supervisores. Aunque el distrito se inclina ampliamente por el Partido Demócrata —con más del doble de votantes registrados que los republicanos—, la baja participación, típica de las elecciones especiales, jugó un papel determinante.
Entre los demócratas destacaron Paloma Aguirre, alcaldesa de Imperial Beach; Carolina Chávez, concejal de Chula Vista; y Vivian Moreno, regidora en San Diego. Del lado republicano compitieron John McCann, alcalde de Chula Vista; el empresario Louis Fuentes; y Lincoln Pickard, habitual en las boletas locales. Elizabeth Efird, consultora energética, se presentó como candidata independiente.
Además del voto por correo, muchos residentes ejercieron su derecho en persona en las oficinas del condado en Kearny Mesa y en los centros de votación habilitados a partir del 29 de marzo. El día decisivo fue el 8 de abril, cuando operaron 13 centros adicionales.
El proceso estableció que, si algún candidato superaba el 50 % de los votos, asumiría el cargo en mayo. De lo contrario, se programaría una segunda vuelta para el 1 de julio, con juramentación prevista en agosto.
Más allá de los resultados inmediatos, la elección reflejó un clima de apatía ciudadana. La participación electoral en San Diego durante las elecciones de noviembre de 2024 ya había sido la más baja en dos décadas para una presidencial, y esta elección especial no fue la excepción. Tal como ocurrió hace dos años en el Distrito 4, solo una fracción del electorado acudió a las urnas.
El desenlace no solo determinó quién representará a una de las regiones más diversas y densamente pobladas del condado, sino que también puso a prueba la disposición de los votantes a superar la indiferencia y participar en decisiones cruciales para el rumbo del gobierno local.
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